jueves, 23 de febrero de 2012

Polvos mágicos

 Hoy la luna sonreía de manera extraña, preciosa, siniestra. Debía haber sabido que algo diferente iba a suceder. Nada raro, solo distinto. Me gustan los días en que haces cosas inesperadas, rompes con la rutina y tratas de sorprenderte a ti mismo. Un poco de polvos mágicos en nuestra  rutinaria realidad, un pequeño paseo en la gran ciudad. Perderte por calles solitarias, compartir pequeñas historias que nos ayudan a soñar. 
Ya de vuelta  a casa, en el coche, con la música como el ingrediente final, he escuchado la reflexión más sencilla y a la vez más profunda que nunca antes había oido. La verdad es que no sé cómo hemos llegado allí, pero en un momento dado, él ha dicho " hay discos que carecen de esa magia, que están muy bien hechos tecnicamente hablando, pero no tienen esa mano que te coge y te sumerge dentro de ellos. Como el pensadero de Dumbledor, te coge y te mete dentro, y entonces caminas a través de la historia que va contando"  A partir de esta frase mi cerebro ha desconectado, se ha sumido en mis propios pensamientos, porque yo nunca lo hubiera descrito de esta manera, y sin embargo, es tan preciso... Yo siempre me imagino las historias dentro de esas pequeñas bolas de cristal que al girarlas comienza a nevar. Y entonces me he acordado de una canción que escuché ayer, "From now here to nowhere" de Poisonblack. Una canción triste, de la que apenas sí entendí parte de la letra, pero que te atrapa, te agarra con esa mano invisible y te lleva a través de esas pequeñas calles hechas de acordes.    


martes, 14 de febrero de 2012

Diario de un murciélago.

Capítulo 1. En el torreón.

Parte I. Memorias de un día sin luz.

"Paso las noches sentado en la oscuridad, absorto en los recuerdos. Lleno de nostalgia, de melancolía. El corazón roto en más de mil pedazos y la misma imagen que se diluye en cada lágrima. Noche tras noche, día tras día, en mi cabeza un solo pensamiento. Mil imagenes que se funden en una sola. A veces, me siento tranquilo, parece que el dolor ha quedado sumido en un profundo sueño. Entonces, enciendo una vela. La mirada perdida en esa voluptuosa danza. Pasan los minutos, las horas, el tiempo se desvanece como los granos de arena fina entre los dedos. Rápida y silenciosamente. Sin apenas ser consciente de lo que se escapa. Atrapado en este oscuro torreón, esperando que la muerte venga a llevarme. Ya no me queda nada, solo ausencia. Ese gran vacío que pesa más que cualquier otro deseo. "

sábado, 11 de febrero de 2012

Danza nocturna.

La luz recoge su manto y comienza su huída. El sol se esconde detrás de los edificios y el cielo se tiñe de un tono rojizo azulado, dejando tras de sí jirones anaranjados. Emprende su viaje y se desvanece mientras la noche, agazapada tras la luna, va ganando terreno. Las farolas se encienden, en la calle no es de día ni de noche, el cielo no es azul ni negro, es rojo sin estrellas con la luna transparente y el sol ausente.

Es el momento de los duendes y los trasgos. Brujas y demonios bailan alredor de las hogueras, burbujean los calderos, conjuros y hechizos danzan en la lumbre. Ancas de rana, ojos de murciélago, rabos de lagartija y pelos de araña. La suerte está echada. TIC, TOC, la manzana ya está envenenada.

¡¡ SILENCIO !! Madamme Nocturna ha llegado.

El clamor de los tambores comienza de nuevo. ¡Bailad, bailad malditos! Que no pare la música, el primero en caer dormirá eternamente. Se acerca la hora, Madamme despliega su manto estrellado, Monsieur Noche ha entrado.

Todos corren, los sueños huyen, las pesadillas se esconden. No pueden escapar, el saco ya está preparado. La noche ha comenzado.