lunes, 19 de marzo de 2012

La magia permanece viva.




La magia permanece viva. Se puede tocar, oler, sentir... Reside en cada nota, en cada palabra...Una imagen, un dibujo, una canción, un beso y ¡Voilá! la magia está presente una vez más. 

¿Quién puede creer que la magia es cosa de locos, ingenuos y niños?
 
Cada día, absortos en nuestra caótica rutina, nos olvidamos un poco más de buscarla, hasta que, un día, ya no podemos sentirla y entonces aseveramos, con ignorante tozudez, que no existe. 

La pasada semana he podido sentirla más viva que nunca, la he visto en forma de nieve cubriendo la ciudad con su blanco manto. La he visto brillando y formando arcoiris en las placas de hielo que cubrían las aceras. La he respirado ante una taza de chocolate caliente, bailando en la llama de una vela. 

He visto la magia en su forma más triste en el Kiasma sintiendo "The murder of crows". Profunda, melancólica, triste...Pero sobre todo la he sentido en todo su esplendor, en todas sus formas, desde la primera hasta la última nota en el concierto de Nightwish. Desde el primer acorde, una gran burbuja comenzó a tomar forma bajo mis pies, creciendo con cada nota para que, antes incluso de que acabara la primera canción, sobrevolara el escenario sumida en un mundo mágico lleno de sueños y aventuras. Conocí a una bruja malvada, a un anciano persiguiendo sus sueños, pero sobre todo, toqué, viví y sentí la magia. TAIKATALVI.

  Loco es aquel que estando demasiado cuerdo ha dejado de soñar.