jueves, 10 de enero de 2013

¿Acaso basta con una buena canción?




Los ojos cerrados. Esa voz que recorre tu cuerpo como un susurro en la oscuridad. El deseo reprimido intentando congelar el momento para siempre. Las notas te envuelven en un cálido abrazo, de arriba a abajo, la calidez de la melodía . Un silencio, aliento contenido,  y  la fuerza desgarradora de  guitarra, bajo, batería y voz, unidas en un solo ser, dejando libre el poderoso deseo para que recorra todos los rincones de tu cuerpo, un escalofrío se instala dentro de tí para siempre, te estremeces, se te corta la respiración, tu corazón se acelera y solo deseas que no acabe jamás.
 
                               Hisingen blues

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