martes, 5 de noviembre de 2013

November, 1st, 2013. London. 35

Hace apenas cinco días, cuando me desperté por la mañana, estaba lloviendo. La luz grisacea que entraba por la ventana anunciaba un día extraño. Abajo, en la calle, el motor de una podadora rompía el silencio. Allí, en Londres, solo era viernes. Los fantasmas dormían agotados tras una larga noche de "treat or trick" y ya solo quedaban unas pocas calabazas en los escaparates de alguna tienda.
Pero entre las hojas que cubrían la acera, entre las nubes grises que cubrían el cielo, la magia estaba presente. En Londres podía ser solo viernes, para mí era un día especial,  era mi cumpleaños. 
35 años, llueve y solo es viernes. Entonces te subes a un autobus negro de dos plantas y "wand in hand" las puertas de Hogwarts se abren. Ha dejado de ser solo viernes. 
De la torre de Griffindor a Diagon Alley y, finalmente, al castillo de Hogwarts. Ahí estaba toda la magia del 1 de noviembre.
Y después, nuevamente solo viernes y el número 35 rondando por encima de la cabeza. Nuevos planes en mente, nuevos sueños y mucho trabajo por delante. 

                                            "...Aresto momentum..."